sábado, 21 de noviembre de 2015

Por los Cafés de Santa Marta

Tener un buen café no nos da licencia para prepararlo mal, aunque parece que muchas personas del común y expendedores de café  así lo creen, son innumerables las veces que hemos pedido un café – con su muchas variedades, formas de preparación y adición – y hemos salido decepcionados al probar su contenido, tristemente esto ha pasado en muchas ciudades de Colombia, por lo que se ha vuelto costumbre.

Decidí recorrer Santa Marta de una manera diferente, probando el café que preparan en diferentes lugares, lo tomé en la calle, restaurantes, bares y cafeterías partiendo de la premisa que si estas en una zona donde se produce un buen café orgánico estas en la obligación de preparar un buen café, o al menos intentarlo.

Lo primero que encontré fue extrañeza, pocas personas en la calle saben que en el departamento del Magdalena se produce café, a pesar que este es vendido en Santa Marta en diferentes lugares, como la casa indígena, tiendas Jumbo y muchos bares, restaurantes y cafeterías del centro de la ciudad en los que anuncian que es café orgánico de la Sierra Nevada o cultivado en Minca.

Los Tinteros

Caminando por la calle encontré los típicos tinteros, están en muchas calles, en todas las plazas y hasta en las playas, en una de estas, en el Rodadero me tomé el mejor café servido por un tintero en toda la ciudad, lo triste es que en medio de la playa, brisa y sol no recuerdo la cara del tintero, nunca le pregunté como se llamaba o donde ubicarlo, así que no creo que vuelva a probar ese café, hecho por el mismo, como me dijo mientras lo servia en un vaso desechable que no afectó para nada su sabor y aroma que me deleitaron.

Me hubiera encantado que este tintero no fuera la excepción de la regla, lastima que así fuera, no quiero hablar mal de los tinteros de Santa Marta, solo les daré un consejo si alguno me lee, por muy económico que sea comprar el tinto ya hecho a alguna marca y solo envasarlo en los termos o ir a los “centros de distribución” – parecen casas de distribución de algo ilegal-  donde les venden el agua y el café mas económico tómense el trabajo de prepararlos ustedes mismos, o exijan condiciones higiénicas donde lo compran ya preparado, esto les ayudará a ustedes y sus compradores.


Bares, librerías, cafeterías

Desconozco la diferencia o clasificación que se le da a un bar que vende café, o de las cafeterías- restaurantes, por eso los menciono en este apartado, de antemano disculpen si cometo alguna estupidez.

Ikaro Café


Para mi esta es el mejor lugar para tomar café en la ciudad, es exquisito encontrarse con diversas maquinas, formas de preparación, aromas y texturas del café y pueden estar seguros que cualquier pedido los sorprenderá. Mi primera elección fue el “café árabe” y mientras escribo vuelvo a sentir su sabor, textura e ingredientes, como su expreso o su café frío, son sencillamente sorprendentes.


     

Lo más interesante de esta cafetería es su experimentación, pídeles que te sirvan uno frío de su “cafetera japonesa” o que te preparen un café escogiendo una de las cafeteras que tienen en la barra, lo que tendrás será una verdadera sorpresa en tu paladar y garganta. 


La Canoa

Tienes que estar preparado para ir a este restaurante- bar- cafetería- sala de exposiciones, porque el expreso que vas a probar de cambiará la perspectiva de tu día, brindándote además una buena conversación, de esas que solo encuentras en el caribe, descomplicada y profunda, tal como su expreso.

La Canoa es un lugar ideal para tomar un expreso o un carajillo con una torta dulce – el buen café no necesita azúcar, no lo olvides -  y si estas habido por probar otras cosas con el buen café pídelas, allí encontraras mezclas de café con maracuyá o caramelo, todo a base de un excelente expreso que te invita a volver una y otra vez.


El Amanuense

Libros y Café, un matrimonio que solo rivaliza con cigarrillos y café, ahora como no se puede fumar en espacios cerrados te invito a leer mientras tomas un “dripper” un café preparado en frente tuyo, por lo que vas sintiendo el aroma desde que el agua caliente cae sobre el café y el filtro de papel va soltando las primeras gotas.

En esta librería ofrecen variados café, pero para mi su especialidad es el “dripper” ,  anímense a probarlo para luego abrir los sentidos a los libros o encontrar nuevas visiones de la ciudad y las letras bajo el efecto de la bebida que amamos.



Lugares extraños

Hay lugares donde no esperamos encontrar café, por la brevedad de tiempo que estaremos allí, como por ejemplo en un lugar donde envías paquetes, bueno para mi sorpresa llegue a DHL y encontré una cafetera, en la cual no solo te sirves el café, sino que lo preparas, como buen amante – o adicto-  procedí a moler el grano en la maquina y prepararlo para luego pasar a la degustación y alucinación. Es grato encontrar café en lugares extraños, pero es mas grato encontrar buen café en lugares insospechados.
A seguir dando vueltas

En este listado no incluyo a Juan Valdez por razones obvias, me gusta el café que preparan – en las tiendas, no en las franquicias – y hago parte de su club de amigos, aunque creo que hay café mas allá de "la tienda de los caficultores colombianos"y nuestro trabajo es descubrirlo, si extrañé mucho “Café de la plaza” una cafetería tradicional de Santa Marta que ha estado dando vueltas por los locales cercanos a la Catedral en los últimos años, no la encontré así que agradezco si alguien me informa donde se encuentra ubicada ahora.

Mi recorrido no termina, sigo caminando y probando, prometiéndome a mi mismo no hacer el ranking o un articulo de los peores lugares para tomar café en Santa Marta, porque creo que lo correcto es decirle a quienes me lo han servido que cambien la manera de hacerlo – como lo hago cuando tengo oportunidad – y luego volver meses después a ver que tal; sigo andando faltan cafeterías, bares, librerías calles por descubrir y acá les estaré contando como me fue.


PDT ¿ Me recomiendan otros lugares? 

martes, 17 de noviembre de 2015

I Jornada de donación para surtir los Comedog


Es grato encontrar diferentes propuestas sociales en el Caribe, más cuando estos defienden los Derechos Humanos o a los animales y en esta ola solidaria o social también esta Santa Marta con un proyecto interesante llamado Comedog, que nos hace esta invitación

Proyecto comedog santa marta y la fundación animales sin fronteras invita a toda la comunidad este 28 y 29 de noviembre que se estará organizando la primera jornada de donación para poder surtir los comedog (dispensadores de comida para los animales que no tienen hogar), el lugar del evento será en la catedral de santa marta y la hora será desde las 7 am hasta las 7 pm. Te esperamos con tu aporte recuerda ayúdanos para nosotros seguir ayudando te mandamos un gran abrazo de cuatro patas”


Pueden saber más de este evento y este proyecto haciendo clic aqui



Alista tu donación y únete a las buenas causas de las costas

domingo, 25 de enero de 2015

La ciudad de ayer I

"Santa Marta es una ciudad en plena transformación", no se cuando fue la primera vez que escuché esa frase y en cada visita observo con alegria y preocupación sus transfirmaciones, hay dias que me sorprendo al caminar sus callejones y otros en los que me preocupa al visitar los parques de algunos barrios y ver que se han convertido en botaderos de basura, lugares de reunion de atracadores o tierra de nadie, si la ciudad se transforma a veces para bien, a veces para mal.

Revisando las fotos viejas de la ciudad, observo esta transformación, las comparto con ustedes y si alguien tiene otras fotos antiguas del centro o barrios, me gustaria verlas.




Antigua sede de la Alcaldia, hoy en este edificio funciona el Consejo Municipal, La personeria y otras dependencias municipales, esta a un costado de la plaza de la Catedral

Antes.  






Ahora 












Antugio Camellon o paseo bastidas 



La Bahia vista desde otra perspectiva.

Monumento a Bastidas












sábado, 24 de enero de 2015

Literarte, ese lugar magico en Santa Marta

Este texto fue publicado por primera vez el 22 de febrero de 2013 en el blogs "Conlecturas"

Dice un viejo dicho que “no se sabe quién es más tonto, si el que presta un libro, o el que lo devuelve”, otro nuevo dicho también habla sobre el préstamo de libros diciendo que “los libros tienen su orgullo y una vez prestados nunca regresan”, sin embargo, como en casi todas las cosas de la vida el préstamo, alquiler, donación y venta de libros encuentra espacios alternos para burlarse de estos dichos y mostrarnos otras realidades.

Hace algunos años, unos turistas extranjeros me hablaron de un lugar llamado “liberate” ellos afirmaban que quedaba en Taganga, muy cerca de Santa Marta y que ahí era posible donar, alquilar o comprar libros en casi todos los idiomas a precios muy bajos, esta historia fue el principio de una búsqueda de varios días, meses y creo que años, intentando encontrar este lugar en alguna de las calles de Taganga. Cada vez que viajaba al lugar – a mitad o fin de año- recorría el lugar intentando encontrarlo, esto me llevó a visitar la Biblioteca Pública de la zona, - que siempre encontré cerrada, no sé si por la época o por mi suerte-  hasta que un día encontré un mapa pintado en una pared, estando muy cerca de la Iglesia del poblado.



El lugar, no se llamaba “liberate”, sino Literarte, y el mapa – como casi todos los mapas que hay o se hacen en Santa Marta- era bastante enredado, pero gracias a unos avisos en la carretera logré llegar a él, al encontrarlo la fascinación me ganó enseguida, una casa hermosa, adornada con caracuchas de mar, sobre una pequeña loma, en ella unos perros que anuncian tu llegada cuando estas subiendo las escaleras para llegar a la puerta de la casa, causando que la dueña del lugar, una Suiza que se enamoró de un pescador Colombiano, salga a atenderte, conversar contigo y contarte la historia de “Literarte”.

Cada ciudad tienen su librería mágica, ese tesoro underground, hecho para exploradores y amantes de la literatura, normalmente no se rigen por las reglas del mercado, ni de las grandes librerías que se ven llevadas por el vaivén de la economía, no, estos lugares mágicos desobedecen todas las reglas, Santa Marta tiene también ese lugar, ese lugar es Literarte, en ella podemos encontrar estantes llenos de libros en diversos idiomas – francés, alemán, mandarin, ruso, hebreo, árabe, finlandes, Flandes, italiano, portugués, en fin-  llevados allí por viajeros, Literarte no es una librería, es un sitio de intercambio, venta y alquiler de libros, es un lugar mágico donde un viajero puede intercambiar su libro, que ha traído de otras latitudes, por otro igual o más pequeño,  pero si este viajero no lleva un libro y quiere leer alguno, lo puede alquilar por 20.000 pesos o el equivalente en su moneda.

En este lugar mágico, podemos encontrar a los autores latinoamericanos traducidos en diferentes lenguas, o libros que normalmente no llegarían a ninguna librería del país, por esos líos del mercado y exportaciones, recuerdo que el primer libro que me lleve de Literarte, fue una edición alemana del Vals de Bashir en novela gráfica, antes de comprarlo, desconocía que aquel excelente documental tuvieran una versión impresa en novela gráfica, luego me llevé Que viva la Música de Andrés Caicedo, y al revisarlo encontré que le había pertenecido a una argentina, que el libro había pasado por Uruguay, Chile, Australia, regresado a Argentina y de ahí voló a Colombia y me di cuenta de otra de las magias de este lugar, que es una gran biblioteca de libros viajeros que tienen muchas historias y demasiados idiomas por contar, abrir uno de estos libros y encontrar las notas de sus antiguos portadores con los diarios de sus viajes plasmados sobre sus hojas, estos libros son unos resistentes que no se someten a los dichos del préstamo de libros o del orgullo o a la economía de mercado regida por las grandes editoriales o librerías y todo esto es posible en Santa Marta gracias a Literarte.

Cada vez que voy a Santa Marta, en mi interminable de búsqueda de libros y lugares donde conseguirlos es imposible no pasar por Literarte, conversar con sus administradores que me cuentan las historias de los libros, de los viajeros que los traen, me dejan pasar horas entre esos libros mirando que descubro nuevo y al final negociar un precio de compra, de intercambio – es bueno llevar libros al lugar para intercambiar-  o de alquiler, según sea la condición del momento.

Santa Marta es magia y este lugar me lo recordó una vez más, magia, resistencia y pasión en medio de las adversidades de cada día, resistencia al contar con pocas librerías pero encontrar libros de talla mundial a muy bajo precio, o poder alquilarlo o intercambiarlo, es pasión por el libro,  poder encontrar libros que solo se verían en las grandes capitales del libro y es más mágico encontrarlo en diferentes idiomas, versiones e impresiones, todo en un mismo lugar, al lado del mar y de la montaña, como solo es posible en Santa Marta